La silicona es el nombre comercial para denominar a multitud de productos, siendo su base el polímero polidimetilsiloxanos o PDMS. Las Mangueras de silicona tienen muchas propiedades beneficiosas y se han utilizado en aplicaciones médicas y farmacéuticas durante más de 50 años.

 

Se fabrican con polímeros de silicona que se extruyen, se reticulan y se "curan" en forma sólida utilizando una variedad de métodos de curado.

 

Los dos métodos más comunes son la polimerización por adición catalizada con platino (curado con platino) o la polimerización de radicales libres iniciada con peróxido (curado con peróxido). 

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En la industria, los tubos de silicona se han caracterizado por ser versátiles para la mayoría de los procesos de llenado y envasado: los costes son más bajos (sobre todo en sistemas de un solo uso donde se pueden eliminar sistemas de limpieza CIP /SIP con la consecuente validación) y su compatibilidad química con la mayoría de productos de pH neutros o cercanos al punto neutro es excelente.

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La silicona es estable a temperatura ambiente sin necesidad de usar plastificantes, esto permite que sea un producto muy puro al no utilizar aditivos para su vulcanización. Pero así mismo las propiedades mecánicas de la silicona son algo pobres.

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Es importante mencionar que como la silicona es termoestable, no pueden ser procesadas como los termoplásticos y por tanto no se pueden soldar mediante calor.